Josh Gibson

Medía 6 pies 1 pulgada (1,85 m) y pesaba 210 libras (95 kg) en la cima de su carrera.

[7] En 1923, Gibson se mudó a Pittsburgh y su padre encontró trabajo en Carnegie-Illinois Steel Company.

La verdad parece ser que lo mandó a traer con un taxi través de la ciudad donde jugaba con un equipo semiprofesional.

Retornó a los Grays en 1936, lo que marcó el inicio de nueve títulos consecutivos conseguidos por este club.

Su primera experiencia fuera de Estados Unidos fue en 1937 en República Dominicana donde jugó junto a Paige en un equipo propiedad del dictador Rafael Trujillo.

Durante esos años al parecer tuvo acercamientos con los Washington Senators de las mayores pero la barrera del color se interpuso.

En 1943 se le diagnosticó un tumor cerebral, después de haber colapsado a principios del año.

Probablemente esto incidió en su comportamiento diario pues se hizo irritable, y, por su fuera poco, había caído en el alcoholismo.

Se negó a ser operado por temor a terminar en estado vegetativo, pero esto no interrumpió su desempeño en el campo al conseguir dos títulos de bateo y tres más de cuadrangulares.

El final de Gibson tuvo como marca la ironía pues ese mismo año, cinco meses después de su fallecimiento, Jackie Robinson rompió los prejuicios raciales e hizo su debut en las grandes ligas.

Eso fue algo que Gibson jamás pudo conseguir a pesar de su poderoso desempeño.

Su placa del Salón de la Fama indica que “casi” alcanzó los 800 jonrones en su vida profesional.

En un suceso que los historiadores consideran poco probable, algunos acreditan Gibson como el único jugador en haber sacado la pelota literalmente fuera del antiguo Yankee Stadium en 1934.