Josefina Molina

[3]​ Ya en plena juventud, se sumó a varios grupos de creadores e intelectuales cordobeses con inquietudes artísticas.

[1]​ Estudió Ciencias Políticas y en 1962 fundó el Teatro de Ensayo Medea en su ciudad natal, dirigiendo varios montajes.

[4]​ En esa época rodó numerosos espacios dramáticos para Televisión Española (Estudio 1, Hora once, Teatro de siempre, etc.).

En teatro, logró un gran éxito con el montaje Cinco horas con Mario, monólogo de Miguel Delibes representado durante décadas e interpretado por Lola Herrera y después Natalia Millán.

En 1989 estrenó el drama histórico Esquilache, basado en la obra de Antonio Buero Vallejo Un soñador para un pueblo, con actores como Fernando Fernán Gómez, Adolfo Marsillach y Concha Velasco.

[7]​ El productor más representativo de su trayectoria es José Sámano (Sabre Producciones).

Su primera novela fue Cuestión de azar, “la historia de mi generación en Andalucía, cómo se educaba a las niñas y cómo me educaron a mí” a la que siguió En el umbral de la hoguera sobre Teresa de Jesús: “Me pidieron un libro sobre la serie de la tele, pero como se me había quedado en el tintero un episodio preferí escribir sobre él: su viaje a Andalucía –cuando la Orden le pide que se quede calladita mientras la Inquisición la está investigando y los descalzos y los calzados están en guerra–… Soy una aprendiza en lo de escribir, pero es apasionante porque haces lo que te da la gana, no tienes encima a un productor ni tienes que decirle nada al equipo.

[11]​ También escribió el prólogo del libro Ana Mariscal, una cineasta Pionera, escrito por Victoria Fonseca.