Tras la muerte de su padre, un político sin escrúpulos corrompido por el poder, Rafael decide hacerse cargo del negocio familiar (la plantación y distribución de naranjas), así como continuar la carrera política emprendida por su padre.
Al contrario que su padre, Rafael es un hombre culto y honrado, lo que no impide que en poco tiempo se convierta en un exitoso hombre de negocios y en político.
A pesar del éxito, lo único que hace feliz a Rafael es estar junto a Leonora, una enigmática cantante de ópera que, tras varios años en Italia, regresa a Alzira para curarse de las heridas del pasado.
A diferencia del teatro de escritores franceses de su generación, Blasco Ibáñez se enriqueció gracias a sus libros, y no solo porque se convirtió en el escritor europeo más leído de su época, sino también porque Hollywood adaptó muchas de sus historias a la gran pantalla ya en los años 20.
[2] Esta película fue dirigida por Monta Bell y está protagonizada por una jovencísima Greta Garbo, que por primera vez trabajaba en una cinta norteamericana.