Retomó su actividad literaria tras la Guerra Civil, periodo en el que recorrió Bélgica y Francia.
También en este año publicó un cuento largo, No lo creerá y El dedal perdido.
Colaboró a su regreso en diversas revistas como Ínsula e Índice[2] haciendo críticas literarias.
El año siguiente, 1976, preparó Obra poética completa,[13] del poeta Luis Hidalgo y, en 1981, Cuentos para mayores.
[15] Dejó acabado, antes de su muerte, el estudio preliminar de Prosas líricas y aforismos,[16] también dedicado a Miguel Hernández y que no se publicó hasta 1986.