Su aprendizaje no solamente fue teórico, sino que desde muy pronto tuvo contactos con obras y artistas, dentro del primer barroco granadino.Se sintió arquitecto en el más puro sentido del término.Por ello fue un hombre discutido por muchos, aunque tras un carácter irónico, altivo y tenaz, casi todos sus contemporáneos adivinarán al gran arquitecto de quien se podría decir que la supervivencia clásica era insuficiente para satisfacer las iniciativas nuevas, no obstante su clara tendencia hacia aquellas estructuras.Su juventud le llegó dirigiendo ya sus primeras obras arquitectónicas y materialmente apenas tuvo tiempo para establecerse como aprendiz.Las obras de la iglesia del Sagrario habían sido proyectadas e iniciadas por Francisco Hurtado Izquierdo en 1705 y cuando abandonó el proyecto los trabajos se encontraban, aproximadamente, en las bóvedas de la cripta.La iglesia es un cuadrado, en el que se inscribe una cruz griega, reservándose el centro geométrico a la cúpula de media naranja sobre un cuerpo de luces ochavado.La catedral malagueña estaba parcialmente acabada, pero se había perdido la planta primitiva.Bada prolongó las naves, haciéndolas de nueva planta, las cuales cubrió con un total de doce bóvedas, distribuidas en tres naves, desde el comienzo del coro hasta la fachada.Las obras del hospital consistieron, fundamentalmente, en la escalera principal, que comunica entre sí los dos claustros, un nuevo claustro contiguo al primero, en el solar que había sido patio de carros.Para ellos fue el maestro indiscutible, quien se avenía con la opinión del entendido y rechazaba lo que no era conforme a arte.