Ciudadanos retiró su apoyo al Partido Popular en el ayuntamiento, lo cual propició que Francisco Cuenca, el candidato del Partido Socialista Obrero Español a la alcaldía, pudiese ser investido nuevo alcalde de la ciudad.
En 1982 fue diputado nacional por Alianza Popular y en 1986 fue senador electo por Granada en el mismo partido durante la tercera legislatura.
Esto cambió en las elecciones municipales de 2015, para las que presentó su candidatura a la alcaldía por cuarta vez consecutiva.
Tras dicho encuentro, conocido como "Pacto del Asador", Torres Hurtado declaró ante los medios que había llegado a un acuerdo de gobierno con Ciudadanos y que por tanto sería investido alcalde de Granada por cuarta vez consecutiva.
También se le exigió que su mandato fuese temporal, y que a los 6 meses de su investidura presentase su renuncia y dejara paso a un alcalde alternativo del mismo partido.
[11] El candidato popular aceptó las condiciones y convocó una rueda de prensa una semana después en la que se disculpó públicamente por la publicidad electoral de su partido que equiparaba a Ciudadanos con el PSOE.
[14] Torres Hurtado se dio a conocer a nivel nacional como el "alcalde del botellódromo" en marzo de 2007, cuando habilitó un espacio al aire libre para que los jóvenes pudieran embriagarse durante su tiempo libre.
[20] La investigación detectó que la misma constructora ya se había visto presuntamente favorecida en otras ocasiones: el ayuntamiento había reducido drásticamente una sanción urbanística a la empresa debido a una irregularidad cometida en la construcción de un edificio de viviendas en el que residía y era promotor el propio Torres Hurtado.
Aun así, la dirección nacional del Partido Popular suspendió cautelarmente de militancia a Torres Hurtado.
Sin embargo, esa misma tarde Torres Hurtado anunciaba que presentaba su dimisión y renunciaba a su acta de concejal, contradiciendo sus anteriores declaraciones.
Durante su discurso de dimisión, el alcalde reiteró su inocencia y fundamentó su decisión en que el Partido Popular pudiese continuar en la alcaldía y la moción de censura no prosperase.
La candidata popular no llegó a ser alcaldesa al tener solo a favor los votos de su partido y los del resto de la oposición en contra, por lo que el candidato socialista Francisco Cuenca fue elegido nuevo alcalde de Granada con 16 votos a favor (PSOE, Ciudadanos, IU y Vamos Granada) y 11 votos en contra (PP).