José Severino Croatto
Su padre, un católico convencido, decidió que tres de sus hijos, entre ellos también José Severino, fuesen sacerdotes.[4] Durante su actividad docente en el ISEDET, Croatto renunció al sacramento sacerdotal para casarse.Con doce años había comenzado a estudiar latín, con trece griego antiguo y con diecisiete hebreo bíblico.En la época intermedia, su interpretación de los textos bíblicos estuvo centrada en un principio hermenéutico que se concreta en el motivo del Éxodo, y cuyo contenido central es la liberación del pueblo de Dios.Acorde a Croatto, los mitos no “explican” nada sino que exponen narrativamente una relación social o política, que al momento de la composición del mito parecen inexplicables y enigmáticas.Si se produce la ruptura del contexto político social que está expresando el mito, el mito entra en crisis y se procede a la “destrucción de los símbolos de lo sagrado”.El sentido de un texto no está contenido en sus orígenes ni puede ser encontrado allí, sino que recién es producido por los intérpretes del texto a través del proceso de relectura.La fijación escrita de un texto implica la “muerte” del autor, porque la escritura permite la apropiación del texto por parte de sus intérpretes, que le adscriben un sentido que no coincide con la intención del autor o que se distancia deliberada y conflictivamente de ella.