Tomó algunas lecciones en Martorell con el maestro Paredes y seguidamente fue presentado al industrial Ramón Batlló; éste, una vez comprobadas las aptitudes de Palet, pasó a convertirse en su protector.
[1] Hizo una carrera internacional por los principales teatros de Europa y América.
En Italia, donde fue un ídolo mientras estuvo en activo, recorrió sus centros operísticos más importantes.
Vivió en Milán durante muchos años y debutó en el Teatro de La Scala en 1911, lo que significó su consagración definitiva.
Fue fundamentalmente un intérprete del repertorio romántico italiano y también cantó con frecuencia óperas españolas como Marina, participando en la primera representación de esta obra en el Liceo.