José María de Porcioles

Fue el alcalde de Barcelona que más tiempo ocupó este cargo durante la Dictadura franquista.

En julio de 1936 abandonó España y no volvió hasta finalizar la guerra civil.

En 1957 se le designó alcalde de Barcelona,[1]​ cargo que no abandonaría hasta 1973.

[2]​ Consiguió lo que se denominaron «las tres C»: una carta municipal (1960), la compilación del derecho civil catalán (1960) y la devolución del castillo de Montjuic al Gobierno municipal de Barcelona.

Los problemas de su gestión y los déficits que padecía la ciudad se debieron sobre todo al sistema administrativo del franquismo.