José Luis Rebordinos

[1]​ Una de sus primeras iniciativas es la programación Nosferatu, iniciada en 1989, que organiza ciclos temáticos dedicados a cineastas de nacionalidades y épocas diversas, y que dirige hasta 2010.En 2010, Olaciregui manifiesta su intención de dar por finalizada su etapa como director del Festival por motivos personales.[14]​[15]​[16]​ Para hacer frente a esta complicada situación Rebordinos crea un comité de dirección al que se incorpora como directora adjunta Lucía Olaciregui, su mano derecha en la Unidad de Cine que le acompaña en esta nueva etapa, y Amaia Elizondo, que ocupa el puesto de directora financiera.[17]​ Ambos esfuerzos darán sus frutos unos años más tarde, con la consolidación de la política de patrocinios privados y el acercamiento a los productores de cine españoles, que unos años antes habían criticado al Festival por considerar que no prestaba suficiente atención al cine español.[20]​[21]​ Superada la incertidumbre generada por la crisis y conseguida la necesaria estabilidad económica, desde una postura realista y ante la imposibilidad de competir en tamaño con otros festivales por razones presupuestarias, Rebordinos apuesta por un Festival más centrado en la calidad y con una identidad propia muy definida que lo diferencie de otros certámenes.