José Goñi (pelotari)

Su fama traspasó fronteras y llegó hasta el País Vasco francés.

Fue así como José Goñi llegó en 1897 al País Vasco Francés suplantando la personalidad de Torrea.

El auténtico Tábano nunca llegó a pisar las canchas de Francia.

Recuperado del mismo jugó uno de los partidos más emotivos que se le recuerdan.

Casi al final del partido se abrió la herida del cuello y Porteño comenzó a sangrar de ella; aunque los jueces intentaron parar el partido, Porteño se cambió el pañuelo ensangrentado que llevaba al cuello por otro limpio y fue a sacar para jugar el último tanto.

Sin embargo, decidió que era llegado el momento de la retirada y volvió a Buenos Aires en 1906.