José Asensio Torrado

Participó, por orden directa del gobierno en el frustrado asalto al Alcázar de Toledo; no tuvo éxito en la defensa de Talavera de la Reina, lo que le valió una cierta impopularidad, especialmente entre los comunistas, no obstante lo cual éstos le nombraron comandante honorario del Quinto Regimiento.La creación del Comisariado de guerra, así como la normativa que regulaba la nueva uniformidad y las divisas de los oficiales del nuevo ejército se adoptaron por iniciativa suya en varios decretos que se publicaron a partir del 15 de octubre.Tras una campaña de difamación orquestada por los comunistas —le llamaban «el general de las derrotas»—, que también apoyaron anarquistas y prietistas, los cuales pidieron insistentemente su destitución, y en la que tuvieron una destacada actuación Dolores Ibárruri y el embajador soviético Marcel Rosenberg, Largo Caballero le cesó (sustituyéndole por un miembro de su círculo más cercano, Carlos de Baraibar).Tras una corta etapa como asesor del Ministerio de Defensa Nacional, y aunque pidió con insistencia que se le confiriera el mando de alguna unidad (aunque fuera una compañía -según declaró textualmente), fue nombrado agregado militar de la Embajada española en EE.Finalizada la guerra se trasladó a Nueva York — en cuya ciudad permaneció hasta su fallecimiento, dedicándose durante algún tiempo a la enseñanza privada de la lengua española y desempeñando el cargo de ministro sin cartera en varios gobiernos de la República en el exilio.