Sus primeros aportes fueron su colaboración con el médico Salvador Mazza, quien estaba instalado a orillas de Río Salado, estudiando la enfermedad que luego llevaría su nombre, el Mal de Chagas-Mazza.
Luego comenzó a colaborar con Bernardo Houssay, quien sería Premio Nobel de Medicina, colectando y enviándole arañas latrodectus (viuda negra) vivas, con las que el sabio elaboraba suero.
Su obra narrativa está integrada por cuentos y novelas, de temáticas sociales muy vinculadas a la geografía del noroeste argentino y la cultura de sus habitantes.
Entre todos sus libros se destaca la novela "Shunko" (1949), un clásico de la literatura argentina, traducida a varios idiomas, llevada al cine por el director chileno Lautaro Murúa (1959) y al radioteatro.
Shunko integra una trilogía con Shalacos (1975) y Coshmi, esta última una novela que quedó sin terminar.