Al momento de su debut, la institución atravesaba un momento complicado, llegando al punto de descender en 1983.
En 1988 se coronó campeón de la Supercopa Sudamericana al derrotar a Cruzeiro en la final y cortó una racha de 21 años sin títulos internacionales para el club.
En el pirata hasta finales de 1993 y llegó a jugar 50 partidos.
En el decano tuvo una de sus etapas más goleadoras.
En el equipo de Sarandí se retiró del fútbol.