Jorge Iván Ospina

Su padre, Iván Marino Ospina, fue comandante del grupo guerrillero M-19.

Allí estuvo hasta 1997, año en el que fue designado director del Hospital Carlos Holmes Trujillo durante los últimos meses de alcaldía de Mauricio Guzmán Cuevas.

En 1998, el entonces gobernador del Valle del Cauca, Gustavo Álvarez Gardeazabal lo convocó a su gobierno como gestor de paz y convivencia, iniciando el programa denominado «Diálogos sobre la guerra», buscando acuerdos mínimos con los actores armados de la región y evitar una degradación mayor del conflicto e incorporación de civiles en el mismo.

En el año de 1999 Ospina asume como director del Hospital Universitario del Valle Evaristo García, dirección que ocupó durante dos ocasiones en las que efectuó un rediseño total de la administración hospitalaria en lo físico, tecnológico y humano, lo que valió al hospital reconocimientos nacionales e internacionales.

Tuvo que enfrentar el momento más difícil de la historia reciente, la pandemia de la COVID 19 y el Estallido Social, este último movido por la Reforma Tributaria emprendida por el presidente Iván Duque.

[2]​ Durante su mandato inició un proyecto llamado «21 Megaobras», realizado bajo una contribución por valorización, el cual comprende una serie de obras viales, puentes vehiculares, peatonales y túneles que posibilitarían la recuperación vial de la ciudad.

Cristo Rey es uno de los ‘5 Parques para la Vida’ que construye la Administración del ‘Puro Corazón por Cali’, como legado al territorio y la comunidad.

Este espacio, que integra la zona urbana y rural y que ha sido un ícono de la Sultana del Valle, también incorpora elementos innovadores para la seguridad y el medio ambiente.<> Bulevar de Oriente Bulevar del Oriente, un proyecto pensado y diseñado después del entamboramiento de lo que se conocía como el Canal Cauquita, en donde se vertían residuos, basuras y demás que generaban problemas de salubridad en el sector.

Luego de invertir y gestionar por un fortalecimiento integral del IPC Cali, se logró tener las condiciones ante el Ministerio de Educación Nacional: lo institucional, los programas, las sedes y los recursos.

Muchos concejales recibieron cuotas burocráticas en este programa, así como gente cercana a la alcaldía.

Para el Ministerio Público, el comportamiento de Ospina constituyó una omisión a sus funciones como gobernante, y por lo tanto una falta que fue calificada como "gravísima, realizada con culpa grave".