Fue educado por los jesuitas en el Colegio San Ignacio, donde fue alumno del padre Hurtado, santo chileno canonizado en 2005.
En la revista de dicho colegio publicó sus primeros escritos y fue por entonces que también se aventuró en la poesía.
Dos años más tarde vio la luz su primer libro, una recopilación de cuentos titulada El patio.
Se encontraba casado con Pilar Fernández de Castro Vergara, la pareja tenía dos hijos: Ximena y Jorge.
Durante su primera misión diplomática en la capital francesa trabó amistad con Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, entre otros.
Se exilió en Barcelona, donde trabajaría en la editorial Seix Barral, dedicándose a la literatura y al periodismo.