[2] Se vio forzado a cursar en diferentes establecimientos debido al trabajo de su padre.
Sólo reabastecieron el 2 y el 3, que continuaron su ruta hacia el objetivo fijado.
El teniente Casco y el teniente Farías iniciaron el descenso, en formación cerrada, e hicieron contacto visual con las olas a sólo 100/150 metros de altura (techo de las nubes), y siguieron su rumbo, con lloviznas aisladas y bancos de niebla, que los obligaba a aferrarse mutuamente, en busca del objetivo que no encontraban.
A las 14:40 pidieron al oficial de control aéreo táctico (OCAT), más datos sobre la posición del buque.
Y allí siguieron, en vuelo rasante hasta que se estrellaron en las estribaciones de las Islas Sebaldes, no muy lejos del lugar donde operaba su objetivo, el destructor, HMS Coventry.