Robison inventó la sirena y también trabajó con James Watt en un primer coche de vapor.
Tras la Revolución Francesa, Robison se desilusionó con elementos de la Ilustración.
[2] Siendo él mismo un masón, iniciado en Lieja,[3] denunció una conspiración masónica-illuminati contra los poderes establecidos en Europa en su libro Proofs of a Conspiracy against all the Religions and Governments of Europe, carried on in the Secret Meetings of Free-Masons, Illuminati and Reading Societies, etc., collected from good authorities en 1797.
Sus teorías son parecidas, pero independientes, a las de su contemporáneo el abad Augustin Barruel.
Según Robison la estructura de la masonería se infiltró en varias ocasiones, por los jesuitas[4] y sobre todo por los Iluminados de Baviera y se utilizó para promover intenciones subversivas contra los gobiernos y la religión en Europa[5] en particular durante la Revolución francesa.