John Jackson nació en Lastingham, en Yorkshire, y comenzó sus estudios artísticos bajo la supervisión de su padre, el que en principio no quería que su hijo se dedicara al arte como actividad profesional.
A partir del año 1807, su fama como pintor de retratos, se fue consolidando, y se abocó lentamente a las pinturas al óleo, transición que no le fue fácil, pero con el tiempo logró su ritmo de envío de pinturas a Somerset House.
Después de una visita por los Países Bajos y por el Condado de Flandes con Edmund Phipps en 1816, acompañó a Sir Francis Chantrey en un viaje por Suiza, Roma, Florencia y Venecia en 1819.
Donde su retrato de Antonio Canova, pintado durante este viaje, fue reconocido como una obra realizada por un experto.
[1] John Jackson fue un retratista prolífico, que mostró siempre una marcada influencia de sir Thomas Lawrence y Henry Raeburn en sus trabajos.