John Ponsonby Conroy (1786-1854) fue un oficial del ejército británico que ejerció como administrador de la duquesa de Kent y su hija, la futura reina Victoria del Reino Unido.Eduardo murió dos años después, dejando viuda y una hija de corta edad.Tras concedérsele una pensión y el nombramiento de baronet, Conroy se retiró a su hacienda cerca de Reading (Berkshire) en 1842 y murió considerablemente endeudado doce años después.La reina Victoria quedó consternada al enterarse, declarando que su madre debería haberlo evitado por decoro.[1][2] Su padre era abogado, y el joven Conroy recibió una educación privada en Dublín.[1] Hizo carrera durante las Guerras Napoleónicas, aunque su capacidad para evitar las batallas le recabó el desprecio de otros oficiales.[4] Elizabeth era hija del coronel Benjamin Fisher, junto al que Conroy sirvió en Irlanda e Inglaterra mientras ejercía diversas funciones administrativas.Aunque Eduardo de Kent había prometido a Conroy avances en su carrera, seguía siendo capitán cuando el duque murió en 1820.[13] Puesto que se encontraban juntos en un entorno hostil,[2][nota 2] la relación de Conroy con la duquesa fue muy estrecha, actuando él como administrador y secretario privado durante los siguientes 19 años,[15] además de ejercer oficiosamente como relaciones públicas, consejero, confidente y agente político.[20] La princesa Victoria no tardó en aborrecer a Conroy, que la intimidaba e insultaba, burlándose de sus frugales costumbres.[6] Fueran cuales fueran sus delirios de grandeza, Conroy pertenecía a la clase media y dejó claro el creciente poder de este grupo en la sociedad británica.[27] Al ir creciendo, Conroy y la duquesa intentaron echar a Lehzen en varias ocasiones, o al menos reducir su influencia, aunque sin éxito, ya que la relación de la princesa y su institutriz se hizo aún más estrecha, como evidencian sus diarios.Descrita por Christopher Hibbert como «una mujer impresionable y mentalmente inestable»,[29] Conroy tuvo pocas dificultades en persuadirla de que le dejara controlar sus finanzas.[2][49] Victoria salió del incidente más determinada que nunca a ser independiente.[52] El rey murió pocas semanas después del 18.° cumpleaños de Victoria y ella se convirtió en reina[53].[67] Descrito en su propia época como un «tipo ridículo»[68], Conroy no es objeto de opiniones positivas más recientes.La historiadora contemporánea Gillian Gill describe a Conroy como «un aventurero de carrera, manipulador experto e intransigente doméstico» que llegó a Inglaterra con «pocos medios, cierta habilidad y una inmensa ambición»[6].Spaeth preguntó abiertamente a la duquesa sobre su relación, lo que causó su despido fulminante.Nicholas Wright Gillham propone que la mutación hemofílica podría haberse producido en Victoria o en el duque de Kent[80].Gillian Gill y su hijo Christopher, especialista en enfermedades infecciosas, también consideran que una mutación genética es la opción más probable.Gillian Gill escribe que «en estos últimos años, a algunos historiadores les resulta atractivo» dudar de la paternidad oficial de Victoria porque una mutación aleatoria es «una solución poco excitante»[81].Además, se decía que la princesa Victoria tenía un gran parecido físico con su padre y su abuelo Jorge III cuando nació.Conroy ha sido representado en numerosas ocasiones en el cine y la televisión.En The Story of Vickie,[89] (1954) representó su personaje Stefan Skodler, y Herbert Hübner lo hizo en Mädchenjahre einer Königin (1936).El actor británico Mark Strong repesentó a Conroy en la película The Young Victoria[93] (2009).La película presenta a Conroy como un pseudopadre maniático y controlador para la joven Victoria durante el año que precedió su ascensión al trono, llegando al punto de agredir a la princesa en dos ocasiones.Conroy también aparece en numerosas novelas de ficción histórica sobre la reina Victoria.
La princesa Victoria en 1833. Creció bajo el opresivo sistema Kensington, ideado por su madre y Conroy.
La ascensión de Victoria al trono en 1837 provocó la expulsión de Conroy de la casa de la reina
La paternidad de Victoria ha sido objeto de debate, con numerosos candidatos, desde el duque de Kent (en la imagen) a John Conroy