John Clare

A los doce años dejó la escuela, pero mantuvo su pasión por la lectura y el canto, que cultivaron su talento poético.

En 1818 sus primeros sonetos captaron la atención del librero Edward Drury, que le animó a publicar sus obras.

Así lo hizo en 1820 con su primera colección (Poems Descriptive of Rural Life and Scenery), que le dio cierta celebridad.

Tuvo una primera estancia en Londres, donde fue acogido en medios literarios; y protegido con una renta anual por Lord Rastock (Granville Waldegrave, segundo Baron Radstock).

Durante sus crisis, creía ver a Mary Joyce (su primer amor perdido), hablaba con ella y le componía poemas.