Los imitó con tanto éxito que 1758, una pequeña figura, que ha enviado a la Academia de las Artes (Society of Arts), recibió un premio, y las primas más altas de esta sociedad le fueron asignadas nueve veces entre 1763 y 1776.
Durante su aprendizaje, también mejoró su trabajo técnico en materiales artificiales, un arte en el que alcanzó la perfección.
Bacon comenzó a trabajar en mármol en 1763, y durante sus primeros pasos en esta técnica, mejoró el método de transferencia del modelo sobre el mármol (una técnica de sacar los puntos más importantes) con la invención de un instrumento más eficiente que los existentes hasta entonces.
Consiguió así los favores del rey, aunque fue regularmente criticado por su ignorancia de los estilos clásicos.
Intentó demostrar lo contrario, en varias de sus esculturas que se encuentran en la más pura tradición clásica.