Tomó el nombre brujeril de Krix y le fue proporcionado un familiar llamado Füchsin ("Zorra"), momento en que varios ciudadanos locales se revelaron a sí mismos como aliados similares de Satanás y le felicitaron.
A pesar de que sus compañeros brujos y demonios familiares le habían ordenado matar a sus hijos en su nombre, había sido incapaz de cometer este sacrificio, por lo que fue golpeado.
Aun así, admitió haber matado a su caballo y enterrado una oblea sagrada.
En la carta defiende su inocencia, reclama que quienes atestiguaron en su contra le suplicaron secretamente su perdón, y le contó el horror abyecto de su tortura (infligida por su cuñado y otros tres), por la que sus manos todavía temblaban mientras escribía.
La carta empieza: "Muchos cientos de miles de buenas noches, mi querida hija Veronica," y termina "Buenas noches, por vuestro padre Johannes Junius que ya no te verá más."
Cuando por fin el verdugo me condujo de regreso a la prisión, me dijo: "Señor, le ruego, por el amor de Dios, confiese algo, porque no podrá soportar la tortura que le impondrán; e incluso si lo aguanta todo, aun así no escapará, ni siquiera aunque fuera un conde, porque una tortura seguirá a otra hasta que diga que es un brujo.
Ahora, mi querida hija, mira a qué peligros me enfrenté y sigo en pie.
Día y noche estaba profundamente atribulado, pero al final vino a mí una nueva idea.
Ahora sigue, querida hija, lo que confesé para huir de la gran angustia y amarga tortura, la cual me era imposible aguantar más.
Y así continuamente me preguntaron por todas las calles, aunque no pude ni dije más.
Ahora querida hija, aquí tienes toda mi confesión, por la que debo morir.
Querida hija, mantén esta carta en secreto para que la gente no la encuentre, de lo contrario seré torturado muy lastimosamente y los carceleros decapitados.
...Querida hija, págale un tálero a este hombre... He tardado varios días en escribir esto: mis manos están ambas cojas.
Buenas noches, por vuestro padre Johannes Junius que nunca te verá más.