[2] Ha tenido un profundo efecto tanto en la comprensión científica como en la innovación tecnológica, estimulando la investigación de nuevos materiales y creando posibilidades para sistemas energéticos, transporte, medicina y computación.
[4] Cuando era niño, sus padres intentaron que se interesara por la música clásica, pero él estaba más inclinado en la práctica, prefiriendo trabajar en motocicletas y automóviles.
(Aunque en su adolescencia aprendió a tocar el violín y la trompeta).
[4] En 1968, Bednorz se matriculó en la Universidad de Münster para estudiar química.
Allí,[6] se unió a la investigación en curso de Müller sobre superconductividad.
[8] En el mismo año Bednorz fue nombrado miembro (fellow) de IBM.
Su trabajo impulsó una extensa investigación sobre los superconductores a alta temperatura (HTS, por sus siglas en inglés), lo que llevó al eventual descubrimiento de materiales que muestran superconductividad a temperaturas aún más altas, hasta alrededor de 138 K bajo alta presión, y aún más cuando se dopan.
Este reconocimiento no solo celebró su contribución pionera, sino que también destacó el inmenso potencial de la superconductividad a alta temperatura para avanzar en la ciencia fundamental.
Los primeros superconductores a alta temperatura (HTS), particularmente los compuestos basados en cobre y óxido (cupratos), eran materiales mucho más difíciles de manipular que los superconductores tradicionales[16].