En 1732 tradujo El paraíso perdido de Milton, que generó una gran interés por la literatura inglesa en Suiza y Alemania.
Además de su interés por Milton, exalta la literatura medieval, con lo que se convierte en un precursor del Romanticismo.
En 1734 fundó, con su sobrino Konrad Orell y con Konrad von Wyss, la editorial Orell & C., y en 1747 entró a formar parte del Gran Concejo (Grosser Rat) de Zúrich.
Sus escritos más importantes son el Tratado crítico sobre lo maravilloso en poesía (Von dem Wunderbaren in der Poesie, 1740) y Consideraciones críticas sobre las pinturas poéticas de los escritores (Kritische Betrachtungen über die poetischen Gemählde der Dichter, 1741), en la que abogaba por la libertad de la imaginación frente a la limitación impuesta por el clasicismo francés.
Su más valioso servicio a la literatura alemana lo hizo con las ediciones de los Minnesänger y parte del Nibelungenlied.