Durante su etapa escolar en Hamburgo pudo visitar el Observatorio de Altona, donde se familiarizó con el famoso mapa de la Luna realizado por Wilhelm Beer y Johann Heinrich Mädler.
Karl Rümker le enseñó los fundamentos de la observación astronómica (1842-1845).
Proviniendo de un observador prudente y experimentado, su descubrimiento tuvo algún crédito; aunque por lo general, se consideró que no se habían podido demostrar los hechos señalados.
[2] También estudió el vulcanismo y los fenómenos sísmicos terrestres, a veces arriesgando su propia vida.
Fue un pionero en utilizar el barómetro aneroide para medir altitudes, y publicó un trabajo sobre la geografía física de Grecia.