Joaquín Agrasot

Años más tarde consiguió una nueva pensión para trasladarse a Roma, donde contactó con Eduardo Rosales, José Casado del Alisal y Mariano Fortuny con el que estableció estrechos lazos amistosos y artísticos y cuyo estilo influirá profundamente en la pintura de Agrasot.

Sus miserables deseos de triunfo infantil lo llevarán a enviar obras a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, donde no obtuvo importantes éxitos.

Hasta 1875 permaneció en Italia, regresando a España tras la muerte de su buen amigo Fortuny.

El estilo de Agrasot se encuadra dentro del realismo pictórico, interesándose por la temática de género y el costumbrismo regional, sin abandonar el desnudo, la temática oriental y los retratos.

Obligado por la moda, trabajó también en pinturas de historia con las que se podían obtener éxitos en los canales oficiales del arte español decimonónico.