Joaquim Ferrer

En 1978 ingresó en los juveniles del FC Barcelona, aunque esa misma temporada ya dio el salto al filial.[2]​ Sin embargo, una lesión durante la pretemporada fue aprovechada por su compañero Manuel Cervantes, que con sus buenas actuaciones logró convertirse en titular indiscutible.[3]​ Aunque pasó la temporada 1983/84 en blanco, el club murciano renovó un año más la cesión del guardameta gerundense.Tras la marcha de Cervantes, el técnico Vicente Carlos Campillo decidió darle la titularidad[7]​ y Ferrer respondió ganando el Trofeo Zamora como guardameta menos goleado del campeonato.Fue titular hasta que una lesión, el verano de 1991, le relegó al banquillo, ocupando su puesto el entonces joven Toni Jiménez.