Allí recibe una beca para perfeccionarse en Europa; lo acompañaron los doctores Francisco Soca y Enrique Pouey.
En Francia, hace su especialización en el campo de la Oftalmología, con los profesores Galezowski, Pannas y Wecker.
Fue responsable de publicar en Uruguay un boletín con datos demográficos y estadísticos durante el periodo 1894 a 1903.
Colaboró en El Siglo, El Heraldo; fue redactor en La Revista Uruguaya, y publicó varios volúmenes de crítica literaria, poesía e historia.
El año 1915 lo encontró reorganizando el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, fundado en 1843, que fuera refundado en ese año a instancias de Pablo Blanco Acevedo y Setembrino Pereda.