En 1863 fue nombrado por el papa Pío IX misionero apostólico ad honorem.
En 1874 fundó la revista La Devoción a los Purísimos Corazones de Jesús y María.
En 1880 fue nombrado juez eclesiástico y auditor de causas pías.
[3] A los dos meses de su estancia en Astorga se incendió el palacio episcopal, por lo que encargó al arquitecto Antoni Gaudí, paisano suyo, su reconstrucción.
Otra vinculación con Gaudí se produjo por ser propietario de la finca Bellesguard, vendida a la muerte del obispo a un nuevo propietario que confió la construcción de la casa al arquitecto.