Ha sido ampliamente venerado como un mártir confuciano y una encarnación del «espíritu seonbi» por las generaciones posteriores en Corea.
En 1510, Jo Gwangjo aprobó el examen Gwageo y se convirtió en un estudiante de la Academia Real llamada Seonggyungwan.
[2] Jo y sus partidarios impulsaron una serie de reformas radicales al establecer un sistema de autogobierno local llamado Hyangyak para fortalecer la autonomía local y el espíritu comunitario entre la gente.
Por lo tanto, la facción Sarim promulgó los escritos de Confucio entre la población traduciéndolos al hangul coreano y distribuyendolos ampliamente.
Jo, también creía que cualquier persona con talento, incluidos los esclavos, debían ser nombrados como funcionarios, independientemente de su estatus social.
Sin embargo, la facción de Sarim no controlaba ningún ejército ni tenía base financiera.
Como Jungjong no era un príncipe heredero, no había recibido una educación real completa como se esperaba del futuro rey, y los eruditos Sarim trataron de rectificar esto, creyendo que solamente el aprendizaje podría evitar que un déspota como Yeonsangun.
Según Jo, muchos funcionarios a los que se les concedieron privilegios especiales, como exenciones fiscales y enormes estipendios, en realidad no contribuyeron mucho al golpe, sino que obtuvieron su estatus mediante sobornos o conexiones familiares.
A instancias de los líderes Hungu, incluidos Hong Kyung-ju, Nam Gon y Shim Jung, la consorte Gyeong del clan Park y la consorte Hui del clan Hong —hija de Hong Kyung-ju— trataron de distanciar a Jungjong y Jo Gwangjo cuestionando a menudo la lealtad de Jo y afirmando que el apoyo popular se estaba desplazando a Jo.
[7] Según los Anales de Joseon, Nam Gon se propuso ahora calumniar a Jo y escribió una frase «Ju cho se convertirá en el rey» (주초위왕, 走肖爲王), con miel o agua azucarada en hojas de morera para que las orugas dejaran dicha frase en hojas en el palacio.
La consorte Hong o consorte Park mostró la hoja a Jungjong y afirmó que era la advertencia del cielo de que Jo tomaría el trono él mismo después de eliminar la facción Hungu.
Jungjong envió una carta secreta a Hong Kyung-ju, expresando su temor de que Jo Gwangjo fuera después a por los oficiales Hungu que contribuyeron al golpe cuestionando la legitimidad del mismo y luego se volviera contra el propio rey.
El 15 de noviembre de 1519, los líderes Hungus entraron en el palacio en secreto por la noche para eludir la Secretaría Real y presentar al rey cargos escritos contra Jo: él y sus partidarios «engañaron al rey y desordenaron el estado formando una camarilla y abusando de sus posiciones para promover a sus partidarios mientras excluían a sus oponentes, y así engañaron a los jóvenes para hacer del extremismo un hábito, haciendo que los jóvenes despreciaran a los ancianos, los de baja cuna a los de alta cuna».
[10] El inspector general Jo Gwangjo, el ministro de Justicia Kim Jung y otras seis personas fueron arrestadas inmediatamente y estuvieron a punto de ser asesinados extrajudicialmente sin juicio ni siquiera investigación.
Habrían sido asesinados inmediatamente si no fuera porque el Ministro de Guerra Yi Jang-gon, que arrestó a los oficiales de Sarim, suplicó que se consultara a los ministros para tal decisión.
[13] Dieciocho oficiales más jóvenes pidieron al rey que los encarcelara junto con Jo Gwangjo.
[14] El Consejo de Estado y seis ministerios suplicaron conjuntamente que castigar a Jo y a otros por tales cargos sin pruebas se convertiría en una mancha en la reputación del rey.
[13] El nuevo inspector general Yu Eun, que reemplazó a Jo, protestó en términos aún más fuertes: «Si Jo Gwangjo es culpable de un crimen, debe ser castigado de manera abierta y justa...
Si hay un crimen, debe ser tratado clara y justamente, pero Su Majestad parecía confiar y ser amigable con ellos en el exterior mientras pensaba en eliminarlos en la mente.»[16] Finalmente fue despedido después de pedirle a Jungjong que «me cortara la cabeza para complacer a la gente malvada».
La facción Sarim había logrado su mayor victoria hacía solamente cuatro días cuando Jungjong concedió su petición de revocar el estatus especial a 70 funcionarios Hungu.
[24] Sin embargo, Jungjong se volvió contra Jo con la misma intensidad que cuando lo favorecía.
Cuando bebió el veneno, no moría inmediatamente y los soldados trataban de estrangularlo.
Más tarde, cuando hubo una grave sequía en el país, la población culpó al cielo por matar a un inocente seonbi.
[26] Muchos de los eruditos sarim que quedaban abandonaron el gobierno central en protesta y se retiraron a las provincias rurales.
Hong Kyung-ju murió dos años después por causas naturales, pero Shim Jung y la consorte Kyung del clan Park fueron ejecutados más tarde bajo el cargo de maldecir al príncipe heredero en un complot urdido por su rival Kim Anro —Kim Anro fue asesinado por su rival Yoon Won-hyung, quien a su vez fue purgado por el rey Myeongjong, Shim, Kim y Yoon son considerados algunos de los funcionarios más corruptos de la dinastía Joseon—.
Sin embargo, Jungjong no rehabilitó el nombre de Jo Gwangjo hasta el final a pesar de las interminables peticiones, diciendo en un momento dado que lo que sucedió en 1519 «no era ni correcto ni incorrecto».
También fue durante su época que el confucianismo finalmente echó raíces profundas entre la población común.
Fue canonizado y consagrado en Seonggyungwan en 1610, uno de los dieciocho eruditos confucianos coreanos tan honrados por la dinastía Joseon.
La protagonista principal Jang-geum y Lady Han son falsamente acusadas de estar en conspiración con Jo Gwangjo mientras que el protagonista masculino Min Jung-ho es retratado como su partidario (Min Jung-ho le encontró un doctor y se muestra reclutando a sus seguidores para volver a la política).