Jil Sander

En 2003 el periódico inglés The Guardian la listó como uno de los 50 diseñadores del mundo que mejor visten.

Creció en la Alemania de la posguerra, con muchas privaciones hasta que llegó el milagro económico Alemán.

En 1965 volvió a Hamburgo trabajando como redactora de moda en las revistas Constance y Petra.

Realizó su primera línea de trajes pantalón, con ello liberó a las mujeres, ganaron en comodidad y fueron tomadas en serio.

Harta de que solo se la valorara por su calidad comenzó a crear colecciones más artísticas.