Al iniciar su etapa escolar, su profesor le preguntó por su nombre, a lo que el joven respondió «J.
C.» (pronunciado en inglés jay-cee), pero, debido a su fuerte acento sureño, el educador entendió Jesse.
En esa institución conoció a Minnie Ruth Solomon, su futura esposa, cuando él tenía 15 años y ella 13.
Allí era conocido como «La bala», en la Universidad logró ocho títulos durante las competiciones de la NCAA: cuatro en 1935 y otras tantas en 1936.
Nunca recibió una beca por sus logros deportivos, por lo que continuó trabajando a jornada parcial para pagarse los estudios.
[12] El Führer, como otros miembros del gobierno, tenía la expectativa de que los atletas alemanes dominarían las disciplinas deportivas.
Alrededor de Owens y Hitler han circulado versiones sobre su posible encuentro durante los juegos.
Estábamos de acuerdo en que Hitler debía ser considerado como un malvado con respecto a Owens».
[23] Sin embargo, la aseveración de Mischner no ha sido confirmada,[24] y él mismo afirmó en una declaración al Mail Online: «todos mis colegas están muertos, Owens también.
Sin embargo, cuando se realizaba el desfile con confeti en Nueva York en su honor por la Quinta Avenida, recibió un reconocimiento muy particular: alguien le entregó una bolsa de papel, a la que no prestó atención hasta que el desfile concluyó.
Su esposa declararía que «él ignoraba quién sería tan bueno para hacer algo así.
Con todo el alboroto alrededor, no la recogió inmediatamente, lo hizo cuando salió del coche».
[34][35] Al terminar los juegos, Owens y sus compañeros del equipo olímpico recibieron una invitación para viajar a Suecia.
Por el contrario, las autoridades del atletismo nacional mostraron su oposición y le retiraron su estatus de amateur, lo que acabó con su carrera deportiva.
Owens, contrariado, expuso: «El mundo del atletismo se está convirtiendo en una farsa.
Se lleva todo nuestro dinero en este país y te persigue en Europa para conseguir su parte.
[36][37] Pese a la decisión tomada por las autoridades atléticas, las ofertas de patrocinio deportivo no desaparecieron.
En 1946 participó en la fundación de la West Coast Baseball Association (WCBA) junto a Abe Saperstein, en lo que era una Liga de Béisbol afroamericana; y en la que Owens era vicepresidente y propietario del equipo Portland Rosebuds.
[41] Owens tenía una lavandería y trabajaba en una gasolinera para conseguir un dinero extra; pero no pudo evitar la bancarrota.
[42] Tras haber tocado fondo, encontró ayuda en el gobierno, que le designó embajador de buena voluntad.
Con respecto al incidente ocurrido en los Juegos Olímpicos de México 1968 donde los velocistas Tommie Smith y John Carlos realizaron el saludo del Poder Negro, Owens no mostró su apoyo:[43] Cuatro años después, en 1972, cuando salió publicado su libro «He cambiado», matizó aquella opinión: