En marzo de 1911 se incorporó a la lucha maderista en Apaxtla, Guerrero.
Al triunfo de Francisco I. Madero resintió el apoyo que éste dio a Ambrosio Figueroa Mata, por lo que se levantó en armas en agosto de 1911, y tras un corto periodo de lucha se hizo vazquista.
Al proclamarse el Plan de Ayala, Salgado se unió al movimiento zapatista, operando en su región, desde Balsas hasta Tlapa y desde Copalillo hasta San Marcos, en Guerrero.
En total participó en casi cien combates contra los huertistas.
Se mantuvo siempre fiel a la causa zapatista, hasta que murió en un combate en la barranca de Los Encuerados, entre Técpan de Galeana y Petatlán, en la Sierra Madre del Sur en 1919.