Jerónimo García de Quiñones
Hijo de Andrés García de Quiñones, trabajó con él, entre otras obras, en la terminación del Real Colegio del Espíritu Santo, de los jesuitas (hoy la Clerecía), en Salamanca (1755).Se trajo al ingeniero Baltasar Dreveton que aconsejó el arreglo: zunchar la torre con cadenas tensas y hacer unos taludes de piedra para sujetar el conjunto.Como consecuencia del mismo seísmo también resultó muy destruido el claustro de la Catedral Vieja, que reconstruyó Jerónimo entre 1785 y 1790.Con su padre reformó la fachada del Colegio de la Magdalena (luego destruido por los franceses, en 1812), derribando la vieja torre del palacio de los Figueroa y abriendo balcones.Con Joaquín y Alberto de Churriguera trabajó en el proyecto del Colegio de Calatrava.