Jens Christian Skou

Skou estudiaba la acción de los anestésicos locales sobre la membrana celular.

Entonces decidió usar una proteína con actividad enzimática, incorporarla en una monocapa, añadir los anestésicos locales a la fase acuosa, y ver si la penetración en la monocapa tenía influencia en la actividad enzimática, y tomó esto como una indicación de un cambio en la conformación.

Casualmente, acabó realizando uno de los más importantes avances en Biología.

Debido a que es vital para las funciones biológicas se encuentra en gran cantidad en cualquier muestra de tejido animal, y, por ello, Jens Skou trató de utilizarla como marcador en sus investigaciones.

Comprobó que la concentración de magnesio no afectaba para nada a la reacción a partir de un límite mínimo y también determinó el pH óptimo para la actividad.

Los resultados mostraron que: De aquí se pueden extraer las siguientes conclusiones: A raíz de la importancia de este descubrimiento, Jens Skou abandonó sus anteriores investigaciones y se dedicó por entero a estudiar esta enzima tan importante.

Colaboró con otros investigadores para poder llevar a cabo sus investigaciones llegando incluso a relacionarse con algunos gigantes de la ciencia como Albert Szent-Györgyi, Severo Ochoa y George Wald.

Por este sobresaliente hito científico, Jens Skou fue galardonado con el Premio Nobel de Química en 1997.