Carrier nació en Yolet, un pueblo cercano a Aurillac, en la provincia francesa de Auvernia.
Trabajó en un despacho de abogados de París hasta el año 1785, momento en que volvió a Aurillac, contrajo matrimonio, se unió a la guardia nacional y se hizo miembro del Club Jacobino.
Puso una gran cantidad de prisioneros atrapados en barcos y los hizo hundir en el Loira.
En general, sus violentas formas utilizadas para suprimir las revueltas contra la Convención le convirtieron en un personaje infame.
Dado que las acciones violentas de Carrier continuaron, muchos franceses comenzaron a cuestionar sus verdaderos motivos.