Jean-Baptiste Barrière

En aquella época, en Francia, el violonchelo estaba a punto de eclipsar la viola en popularidad, antes de acabar para reemplazarla completamente, como ya había pasado en Italia 40 años antes.

En Fontainebleau, el rey Luis XV le concede, el 22 de octubre de 1733, privilegios especiales para componer y publicar durante seis años varias sonatas y otros trabajos instrumentales.

En 1736 se trasladó a Italia para estudiar cerca del célebre violonchelista italiano Francesco Alborea, conocido bajo el nombre de «Franciscello», quién durante este tiempo parece haber tocado también en Viena de 1726 a 1739.

[5]​ Sus obras son conocidas sobre todo por su sensibilidad, su resonancia emocional y su sonoridad profunda.

Hace falta mucha sutileza para ejecutar virtuosamente varias piezas suyas, porque, al mismo tiempo que había integrado elementos del estilo italiano, se encuentra igualmente un rico gusto francés en su discurso musical.