Francesco Alborea

También conocido como Franciscello o Francischello, su educación musical se produjo en el Conservatorio Santa María di Loreto de la misma ciudad, donde estuvo tutelado por el violinista y compositor Gian Carlo Cailó.

En 1725 lo oyó Johann Joachim Quantz durante un concierto junto al famosísimo cantante Farinelli, celebrado en honor al Príncipe Lichtenstein y, desde entonces, hablaba de él con verdadera admiración.

Tal era su fama como virtuoso del violonchelo que fue contratado por la Real Capilla de Nápoles hasta que se trasladó a Viena para trabajar como músico del Conde de Uhlenfeld en 1726.

Durante sus años en Viena coincidió con Franz Benda quien afirmaba que el talento de Franciscello se había convertido en su modelo.

Posiblemente, a él le debemos el mayor protagonismo como solista del violonchelo; mientras Corelli ganaba fama como violinista, situando este instrumento como el más capaz de realizar la función melódica, nuestro chelista se hacía un hueco en aquel panorama musical dándole a su instrumento un lugar de mayor importancia y no sólo el habitual, hasta entonces, como miembro del bajo continuo.