En los años 1990 jugó en la Primera División de España con el Rayo Vallecano, la UE Lleida y el RCD Espanyol.
Formó parte filial del cuatro años, excepto una cesión al Gimnàstic de Tarragona, en Tercera División, la temporada 1990/91.
[7] En el equipo ilerdense, sin embargo, todavía tuvo menos oportunidades que en Vallecas: jugó once partidos y no logró marcar.
La experiencia en Lérida terminó con el descenso y Javi buscó su sitio en otro equipo catalán de Segunda, siendo cedido al Palamós CF.
[9][10] En su primer año como periquito se convirtió en un delantero de refresco, jugando 35 partidos, pero solo tres como titular, y anotó dos goles.
[12] Tras cuatro años como franjirrojo, la temporada 2002/03 se enroló en el Girona FC,[13] con el que consiguió el ascenso de Tercera División a Segunda B.
Javi tuvo una destacada actuación, dando tres asistencias de gol y marcando uno.