Jaume Peracaula i Roura

Durante la década del 1970 se dedicó plenamente a la fotografía cinematográfica, y participó en cortometrajes y documentales de jóvenes directores noveles, como Agustí Villaronga (Anta, mujer, 1974) o Jordi Lladó (Aullidos, 1972 o Un laberinto, 1970).

En enero de 1973, se transmite en TVE el programa musical en catalán Lluís Llach, de cuya cámara fue responsable y que filmó en Gerona provincia a colores y en blanco y negro, bajo la dirección de Lluís Maria Güell.

Esto lo permitiría hacerse un nombre como segundo operador a las principales películas de Bigas Luna: Bilbao (1978), Caniche (1979) y Reborn (1981).

[4]​ Durante la década de los 1980 colaboró principalmente con Agustí Villaronga, con el que fue director de fotografía a Tras el cristal (1985) y El niño de la luna (1988), con la que fue candidato por primera vez al Goya a la mejor fotografía.

Después de participar a La blanca paloma (1989) se trasladó a Madrid, donde colaboró en las películas de Mario Camus Después del sueño (1992); Amor propio (1994); Adosados (1996) y El color de las nubes (1997), con la que ganó el Goya a la mejor fotografía.