Fue restaurado en la corte del rey Vladislao II, donde se tuvo que repintar de nuevo.
Creció su fama y ya en el siglo XV tuvo que construirse una nueva iglesia gótica de tres naves.
En 1638, el rey Vladislao IV decidió construir un muro y convertir el santuario en una fortaleza mariana.
Esto hizo que todo el país se levantara en armas, se ganó la guerra y en 1656, el rey Juan II Casimiro Vasa consagró todo el país bajo la protección de la Virgen de Jasna Góra.
El monasterio consta de dos edificios cuadrados de los siglos XV y XVII unidos por un largo brazo del siglo XVII que alberga a los sacerdotes peregrinos y al antiguo arsenal.