En 1778, Ingersoll volvió tras una estancia en Europa para dedicarse a la causa de independencia.
Madison ganó la elección, además del estado natal de Ingersoll.
[2] Ingersoll pasó dieciocho meses en Paris, donde conoció a Benjamin Franklin.
Con ayuda de amigos, estableció un bufete exitoso, y se hizo un delegado al Congreso Continental (1780-81).
En cuanto hubo un nuevo gobierno nacional, Ingersoll volvió a ejercer el derecho.
Ingersoll hizo varias contribuciones al proceso constitucional mediante casos argüidos frente a la Suprema Corte.
En este caso, la Suprema Corte defendió el derecho del gobierno de imponer un impuesto sobre carros.