Cuenta con cinco invernaderos, dos bibliotecas, una huerta, un herbario, numerosos senderos para contemplar la biodiversidad y más de treinta obras de arte (esculturas, monumentos, bustos y fuentes).Para tal fin, fueron rellenados con tierra más fértil de otras regiones.[9][13][14][15] Así se refirió a su descubrimiento: Debido al éxito obtenido, la Dirección de Agricultura y Ganadería de la Nación Argentina confirmó la eficacia del llamado «método Thays» y lo divulgó en la región noroeste del país.En cada sector los especímenes vegetales se ordenan sistemáticamente, según la clasificación taxonómica.[15][21][22] Además cuenta con varios estilos de la jardinería paisajista, como el simétrico, el mixto y el pintoresco.Se distinguen el jardín francés (de trazado simétrico e inspirado en los Jardines de Versalles) y el jardín romano, donde se han reunido las especies vegetales que el botánico romano del siglo I, Plinio el Joven, tenía en su villa de los Apeninos, tales como cipreses, álamos y laureles.[23] Cerca de la entrada principal del Jardín Botánico se ubica una casona de estilo inglés, con ladrillos rojizos a la vista, que fue proyectada por el ingeniero militar Jordan Wysocki y construida por Pedro Serechetti en 1881.El Museo Histórico Nacional también tuvo su sede en este edificio, desde 1894 hasta 1896, cuando fue se concretó el traslado a su dirección actual en el Parque Lezama.[24] Uno de los atractivos del Jardín Botánico son sus cinco invernaderos o invernáculos, donde se ubican especies con requerimientos ambientales específicos, como las bulbosas, los cactus y las suculentas.
El Edificio Central, actual sede de la administración del Jardín Botánico