Nació en una acomodada familia judía de origen sefardí (su apellido era realmente una variación del original español "Cañete"), siendo el ladino y el alemán sus lenguas familiares, aunque tras la llegada al poder de los nazis la vida familiar les llevó a varios países y destinos diferentes, terminando por afincarse él en Francia.
Desde Polydor a Philips, pasando por Radio Cité (París) y el Théâtre des trois Baudets, hasta la compañía discográfica Productions Jacques Canetti, fue una personalidad central en la historia de la canción francesa de mediados del siglo XX: Édith Piaf, Charles Trenet, Les Frères Jacques, Juliette Gréco, Félix Leclerc, Charles Aznavour, Georges Brassens, Jacques Brel, Serge Gainsbourg, Guy Béart, Claude Nougaro, Serge Reggiani, Jeanne Moreau, Raymond Devos y Brigitte Fontaine (junto con otros menos conocidos, como Les Trois Ménestrels, Jacques Higelin o Antoine Candelas) fueron descubiertos o apoyados por él.
Las casas de discos francesas habían pedido a la famosa actriz y cantante, en repetidas ocasiones, que grabara alguna canción en francés, pero ella siempre se había negado rotundamente.
Entonces, decidieron jugar la última carta que les quedaba y encomendaron la delicada tarea de convencerla a Jacques Canetti.
Marlene, por cortesía, aceptó conceder una entrevista a Jacques Canetti, famoso en medios profesionales por su diplomacia, carisma y habilidad para negociar.