Bidermann estudió (desde 1586) en el colegio de la Compañía de Augsburgo, donde sus maestros Jacobo Pontano y Matthäus Rader descubrieron y fomentaron su talento poético.
Ya jesuita, tras la filosofía en Ingolstadt (1597-1600), volvió como profesor a Augsburgo, donde escribió una biografía latina de Ignacio de Loyola, así como la novela satírica, Utopia, y el poema épico latino, Herodias.
En este tiempo, escribió los dramas históricos, Belisarius (1607), una obra política barroca sobre la caída del general y político bizantino Belisario, y Josephus, Aegypti prorex (1615), sobre la subida del patriarca José, en el que el tema bíblico reflejaba la situación contemporànea.
Aunque no se reflejara en el aplauso público, Bidermann alcanzó su cúspide poética con su tragicomedia dialéctica Philemon Martyr y su humorística alegoría fantástica Cosmarchia.
Su obra más destacada son sus dramas, cuyo motivo central - la vivencia fundamental barroca de mera apariencia terrena y realidad eterna - lleva al espectador a una decisión ético-religiosa mediante la catarsis dramática.