El propio Ivà se introdujo en la animación, y fue dueño del estudio Cinenick.
Ivà, no obstante, poco entendía de deporte, en términos convencionales[cita requerida].
Ivá recibió una contraoferta de "El Papus" para volver a ser director del mismo, y continuó en ella hasta su desaparición.
La teórica Francisca Lladó, en su clasificación de dibujantes y guionistas del denominado boom del cómic adulto en España, lo adscribe a cierta tendencia de funcionalidad espontaneísta, también representada por Fer, Gin, Ja y Óscar que publicaban sobre todo en semanarios satíricos.
No dejan títere con cabeza, y expresan en muchos casos las ideas del autor.
Finalmente, hay que resaltar que sus textos (globos y cartelas) están cargados intencionadamente de faltas ortográficas, argot y palabras malsonantes, para introducir aún más al lector en la historia.