[1] En esta serie se presentaba a los mandos militares como incompetentes y una completa desorganización en general, lo que ocasionaba situaciones disparatadas.
Sus personajes eran anónimos y no existía continuidad, como los cuarteles militares donde cada cien días había reclutas diferentes.
[2] Al igual que con Makinavaja, las Historias de la puta mili fueron adaptadas a teatro, cine y televisión.
Así, en 1990 se estrena una obra teatral sobre las "Historias de la Puta Mili" con Ramón Teixidor como el Sargento Arensivia, también dirigida por Ángel Alonso.
Otra prueba del éxito de esta serie es la aparición de Puta Mili, revista humorística publicada por Ediciones El Jueves destinada a reclutas que hacían el servicio militar obligatorio, ya que todas sus series hablaban sobre la vida en el cuartel.