Itala fue un fabricante italiano de automóviles fundado en Turín en 1904[1][2] por Mateo Ceirano y otros cinco asociados.
En 1907 un modelo 35/45 hp conducido por Scipione Borghese ganó la carrera Pekín-París, que se llevó a cabo en el transcurso de sesenta días.
[3] Todas estas hazañas deportivas hicieron conocida a la marca, que mantenía ventas elevadas en sus automóviles de turismo.
La compañía experimentó con una nueva gama de motores que incorporaban novedosas características como tiempo variable, válvula de camisa, y válvulas rotativas, y que estrenaron modelos como el Itala WW1.
Durante la guerra Itala se dedicó a la producción de motores de avión, lo que trajo como consecuencia que la compañía sufriera importantes pérdidas a nivel financiero.