La principal ciudad y centro administrativo es Bandanaira, situado en la isla del mismo nombre.
Se elevan unos 4-6 km desde las aguas profundas del océano y tienen una superficie total de aproximadamente 180 km².
Las primeras fuentes escritas sobre las islas de Banda aparecen en la obra Suma Oriental (1515), un libro escrito por el boticario portugués Tomé Pires, (1465-1540) que residió en Malaca desde 1512 hasta 1515 y que visitó Banda varias veces.
En su primera visita, se entrevistó con los portugueses y adquirió un amplio conocimiento de los navegantes malayos en Malaca.
Estimó que la población, a principios del siglo XVI, sería de unas 2500-3000 personas.
A cambio, Banda recibía predominantemente arroz y textiles; el llamado algodón batik, desde Java; calicós desde la India e ikat desde la islas Menores de la Sonda.
[5] A diferencia de otras islas del este de Indonesia, como Ambon, Solor, Ternate y Morotai, los bandaneses no mostraron ningún entusiasmo por el cristianismo ni por los europeos que lo llevaron en el siglo XVI, y ningún intento serio fue hecho para cristianizar a los bandaneses.
[4] Manteniendo su independencia, los bandaneses nunca permitieron a los portugueses construir un fuerte o un puesto permanente en las islas.
Esta ganancia justificaba ampliamente los costes y el riesgo del transporte marítimo a Europa.
Aunque los bandaneses no comprendieron la importancia del tratado conocido como «El Pacto Eterno» (The Eternal Compact), y aunque no todos los líderes bandaneses lo hubiesen firmado, más tarde sería utilizado para justificar que las tropas neerlandesas fueran llevadas allí para defender su monopolio.
Esa misma noche, los británicos lanzaron un contraataque sorpresa sobre Ai, retomando la isla y matando a 200 neerlandeses.
[6] Los neerlandeses rápidamente notaron una serie de presuntas violaciones del nuevo tratado, y, en respuesta, Coen puso en marcha una masacre punitiva.
[9] Considerando que hasta ese momento la presencia neerlandesa había sido simplemente como comerciantes, que a veces suscribían tratados, la conquista de Banda marcó el inicio del primer gobierno colonial implantado en el archipiélago indonesio, aunque bajo los auspicios de la VOC.
Estas parcelas fueron entregadas a colonos neerlandeses denominados perkeniers de los que 34 estaban en Lontar, 31 en Ai y 3 en Neira.
Con los pocos bandaneses que quedaron para trabajar con ellos, fueron traídos de otros lugares esclavos.
El malayo bandanes es famoso en la región por su acento único y cadencioso, pero también por tener en su léxico un número de palabras, identificables a nivel local, que son préstamos del neerlandés.
Algunos ejemplos son: Por último, y más notablemente, el malayo bandes utiliza algunos pronombres distintos.